El impacto de las aplicaciones de citas en el cerebro: testimonios y evidencias

¿Buscas el amor en las aplicaciones de citas? Cuidado, podrías estar poniendo en riesgo tu salud

Las aplicaciones de citas se han convertido en una forma popular y fácil de conocer gente y encontrar pareja. Sin embargo, lo que parece una solución práctica y divertida puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental. Según expertos1, el uso de estas apps aumenta el riesgo de adquirir comportamientos poco saludables como intentar bajar de peso sin ayuda calificada, sufrir discriminación interpersonal por el aspecto físico o la raza, o ser víctima de violencia o abuso sexual23. En este artículo te contamos los riesgos y problemas que pueden derivarse del uso excesivo o inadecuado de las aplicaciones de citas y cómo prevenirlos.

Las empresas desarrolladoras siguen estos pasos para crear una aplicación de citas:

Según algunos estudios e investigaciones, las aplicaciones de citas pueden afectar al cerebro de varias formas:

• Pueden liberar dopamina, un neurotransmisor que nos hace sentir placer y recompensa. Esto ocurre cuando obtenemos una coincidencia o un mensaje en la aplicación. La dopamina puede hacernos sentir relajados y emocionados12, pero también puede generar adicción y ansiedad si no se regula2.
• Pueden influir en nuestra autoestima y percepción de nosotros mismos. Algunas personas pueden sentirse más confiadas y atractivas al usar las aplicaciones de citas, mientras que otras pueden sentirse más inseguras y rechazadas si no reciben la atención o el feedback que esperan23.
• Pueden modificar nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos con los demás. Las aplicaciones de citas pueden facilitar el contacto con personas afines o interesantes, pero también pueden reducir la profundidad y la calidad de las conversaciones. Algunas personas pueden desarrollar habilidades sociales y emocionales al usar las aplicaciones de citas, mientras que otras pueden perderlas o deteriorarlas23.

Estos son algunos casos reales:

• Una mujer llamada Anna dice que las aplicaciones de citas le han ayudado a superar su timidez y a conocer gente nueva. Sin embargo, también reconoce que se ha vuelto adicta a ellas y que le cuesta desconectar. Dice que siente una presión constante por estar disponible y responder a los mensajes, y que se frustra cuando no recibe las respuestas que espera4.
• Un hombre llamado David dice que las aplicaciones de citas le han permitido explorar su sexualidad y tener experiencias variadas. Sin embargo, también admite que se ha vuelto más superficial y exigente con sus parejas potenciales, y que le cuesta comprometerse o establecer vínculos emocionales. Dice que siente una ansiedad permanente por encontrar a alguien mejor o más compatible5.
• Una mujer llamada Laura dice que las aplicaciones de citas le han facilitado el contacto con personas afines e interesantes. Sin embargo, también confiesa que se ha vuelto más dependiente e insegura con su imagen y su autoestima. Dice que siente una necesidad constante de gustar y de recibir validación, y que se deprime cuando no consigue los matches o los elogios que desea6.